lunes, 3 de diciembre de 2012

La Corona de Adviento


La Corona de Adviento
La Iglesia Episcopal comparte con otras Iglesias Cristianas, católicas y protestantes, el uso de la Corona de Adviento como símbolo y devoción  durante las cuatro semanas que anteceden a la fiesta de la Natividad de Nuestro Salvador. La Corona de Adviento nació entre los luteranos alemanes hace más de un siglo y se ha extendido a casi todas las partes del mundo convirtiéndose en una devoción ecuménica.
Confección de la Corona
Sobre una base circular, que representa la eternidad de Dios, que fue y será; se  colocan ramas frescas de Ciprés y musgo verde del bosque, el verde es el color de la esperanza y de catolicidad; luego se ponen, equidistantemente, cuatro velas según el número de semanas de Adviento. Tres de estas velas son Moradas o Lavanda, colores de introspección, arrepentimiento y preparación. Una vela rosa que representa la encarnación y que se enciende el tercer domingo y una vela blanca, llamada la “Vela Cristo”, se coloca en el centro de la misma.
La Práctica
Reunida la familia, amigos o los que viven en una casa, a una hora conveniente, la persona designada dirige el breve oficio asignando la lectura bíblica, y el encendido de la vela de turno, a otras participantes. Las velas se encienden en el orden de la manecilla del reloj, así: La primera semana, una vela morada.- La segunda semana, dos velas moradas.- La tercera semana, las dos velas moradas anteriores, mas la vela rosa.- La cuarta semana, las tres velas anteriores, mas la tercera vela morada.- Hasta que en noche buena (el 24 de Diciembre) o Natividad (25 de Diciembre) se encienden todas las velas más la “Vela Cristo”. Durante el oficio se cantan himnos de la estación.

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