miércoles, 29 de febrero de 2012

Meditaciones de Cuaresma 2012


Miercoles, Febrero 29
Un hombre que tenía lepra se le acercó, y de rodillas
le suplicó: —Si quieres, puedes limpiarme. Movido a
compasión, Jesús extendió la mano y tocó al hombre,
diciéndole: —Sí, quiero. ¡Queda limpio! Al instante se
le quitó la lepra y quedó sano.
—Marcos 1:40-42

La cuestión en tiempos de Jesús era si se debía aislar a los leprosos,
los intocables, del resto de la sociedad. De cualquier modo ¿qué
se podía hacer? Mejor no mirar, mejor no acercarse. Mejor no
molestar a la propia tranquilidad pensando en lo imposible. Y sin
embargo, la respuesta inmediata de Jesús ante el clamor del leproso
fue “Sí, quiero. ¡Queda limpio! “
Hoy, la voz del mundo nos clama, al Cuerpo de Cristo, “Si quieres,
puedes ayudarme”. Las imágenes en las noticias y en las pantallas
de televisión hacen más difícil olvidarnos del hambre en Darfur,
el cólera en Haití, el VIH/SIDA, los huérfanos en África y la
indigencia en las calles de nuestras ciudades.
Aunque la situación parecía desesperada Jesús actuó sin dudarlo.
Como el Cuerpo de Cristo en el mundo de hoy, encargados de
ejecutar Su obra de sanidad, ¿qué elegiremos?
—Margaret Trezevan

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