sábado, Febrero 25
Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando
en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del
reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia.
—Mateo 9:3
En toda su vida y sus enseñanzas, Jesús invitó, y sigue invitando,
a sus discípulos para ser sanados y asumir la responsabilidad
individual de ayudar a crear comunidades de amor. Muchos de
nosotros hemos llegado a la fe como seguidores de Cristo, a través
de algun tipo de participación en la liberación, cuyo mensaje
central procura restaurarnos a la reconciliación en una comunidad
de amor para cuidar de los más pequeños entre nosotros.
Así que tengo que lidiar con la siguiente pregunta: “¿Por qué somos
tan reticentes en algunos sectores de la Iglesia para proclamar
nuestra práctica de la justicia y la paz, con la intención de hacer
discípulos de Jesucristo?” ¿Podríamos emplear este tiempo
de Cuaresma para hacer que quienes están a nuestro cuidado
comprendan mejor a Cristo como sanador e invitarlos a seguirlo?
—Prince Sing
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