- Marcos 10:5
La palabra griega generalmente traducida como "salvar" en el Nuevo Testamento, sozo, también se puede traducir como "sanar". Según el libro Strong's Concordance, significa curar, conservar, guardar, completar.
Nada habla mejor del deseo de Dios por sanar que los increíbles sistemas de protección y recuperación dentro de nuestros propios cuerpos. El sistema inmune cura la mayoría de las enfermedades que nos atacan. Las heridas cicatrizan, los huesos se unen y los tejidos se reparan a sí mismos de una manera milagrosa en la que rara vez pensamos, a menos que algo vaya mal. En el mejor de los casos, los médicos y enfermeras ayudan a la obra de curación de Dios, apoyando y fomentando la plenitud humana en todos los sentidos.
Desde una perspectiva cristiana, la curación es el proceso de avanzar hacia la plenitud del cuerpo, el alma y el espíritu, no sólo de los individuos sino también de las comunidades. Lo más importante en el modelo de salud y plenitud humana de Dios,
no es la medicina sino la reconciliación, con Él, entre nosotros y con la creación.
- Christine Sine
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