domingo, 31 de marzo de 2013

Domingo de Resurreccion


domingo de resurrección, Marzo 31
¡La diestra del Señor realiza proezas!
¡La diestra del Señor es exaltada!
¡La diestra del Señor realiza proezas!
— Salmo 118:16

¡Aleluya! ¡Cristo ha resucitado!
Por fin rompemos el ayuno de la Cuaresma y nos deleitamos en la vida abundante que Jesús nos trae a todos por su muerte y   resurrección.
Los símbolos de la Pascua hablan de los generosos dones de Dios a través de la alimentación. Hoy muchos niños buscarán huevos de Pascua, esos coloridos huevos que son una tradición de los antiguos cristianos y que simbolizan el renacer que nos llega a todos por la resurrección de Cristo.
De los huevos salen pollos, que se multiplican prodigiosamente proporcionando huevos y más pollos para alimentar a las personas.
Las cooperativas de cría son una fuente vital de ingresos y
alimentos en los programas de la Agencia Episcopal de Alivio y
Desarrollo en todo el mundo.
Otro símbolo de la Pascua, el cordero, nos recuerda el cordero
Pascual que se convierte en el Cordero de Dios. Al ver a Jesús,
Juan el Bautista proclama: “He aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo”.
Es por medio de la muerte de Jesús y su resurrección que nuestros pecados son limpiados y recibimos la vida abundante.
Verdaderamente el Señor ha resucitado. ¡Aleluya!
— Robert W. Radtke


sábado, 30 de marzo de 2013

Devocionales de Semana Santa


Sábado santo, Marzo 30
Si a un árbol se le derriba, queda al menos la esperanza
de que retoñe y de que no se marchiten sus renuevos.
Tal vez sus raíces envejezcan en la tierra y su tronco
muera en su terreno, pero al sentir el agua, florecerá;
echará ramas como árbol recién plantado.
— Job 14: 7-9

En mi experiencia, no muchas congregaciones observan el Sábado Santo. A menudo vamos directamente de la agonía del Viernes Santo a la alegría del día de Pascua. Pero el Libro de Oración  Común proporciona un hermoso Oficio para ese día. La Colecta incluye una petición sorprendente: “Concede que, así como el cuerpo crucificado de tu amado Hijo fue puesto en el sepulcro y descansó en este Sábado santo, de la misma manera aguardemos con él la venida del tercer día, y resucitemos con él a la vida nueva”.
En otras palabras, incluso la resurrección hace una pausa para el descanso del sábado. Nuestra cultura no acepta fácilmente el descanso sabático y tampoco la contemplación de la muerte.
Pero la Pascua no llega sin el Viernes Santo ni la nueva vida sin el fin de la anterior.
Si queremos hacer realidad la nueva creación en nuestro mundo, me pregunto qué de nuestra antigua vida tendrá que morir para que aparezca la nueva. Tal vez tendremos que hacer una pausa en nuestro ajetreo constante y abrir espacio al descanso y la contemplación. Ciertamente, nuestra búsqueda de la riqueza debe morir si queremos compartir nuestra abundancia con los necesitados.
Mientras anhelamos el gozo de la Pascua, detengámonos aquí por un momento. Miremos la muerte con valentía, sabiendo que una nueva vida nos espera.
— Scott Gunn

viernes, 29 de marzo de 2013

DEVOCIONALES DE SEMANA SANTA


Viernes santo, Marzo 29
Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de
compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido *tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado. Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos.
— Hebreos 4:15-16

Sobre todo hoy, es el día de la pasión, la pasión de nuestro Señor Jesucristo. Pasión, cuyo significado latino original es “sufrir”. No es de extrañar que prefiramos evitar el sufrimiento y, cuando somos realmente buenos, deseemos aliviarlo en otros. A eso lo llamamos compasión.
Sin embargo, la compasión en realidad no es lo que generalmente pensamos. La palabra procede del latín, y está compuesta de passio, “sufrir “ y cum, “con”. Compasión significa “sufrir con”, y en su sentido más estricto, la compasión no pretende aliviar los sufrimientos de los demás, sino de sufrir con ellos, que es un desafío mucho mayor.
Aliviar el sufrimiento está bien. ¿Quién puede oponerse? Pero no es el tema del Viernes Santo, y tampoco el de la compasión. Se trata de sufrir con. Ese es camino de Dios hacia la reconciliación. Es el camino, tan evidente en este día, por el que Cristo nos conduce y por el que Cristo se nos ofrece. Jesús dijo, “ Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz y me siga.” (Marcos 8:34).
Compasión. Ese es el modo de vida.
— Stacy Sauls

jueves, 28 de marzo de 2013

DEVOCIONALES DE SEMANA SANTA


Jueves santo, Marzo 28
Entonces [Jesús] les dijo: —
¿Entienden lo que he hecho con ustedes?
Ustedes me llaman Maestro y Señor,
y dicen bien, porque lo soy.
Pues si yo, el Señor y el Maestro,
les he lavado los pies,
también ustedes deben lavarse
los pies los unos a los otros.
Les he puesto el ejemplo, para que hagan
lo mismo que yo he hecho con ustedes.
— Juan 13:12-15

A finales del siglo XVIII, mientras la Revolución Industrial se
extendía por Inglaterra, el visionario cristiano y poeta William
Blake (1757-1827) escribió “Jueves Santo” (en Canciones de
Experiencia), una amarga acusación de la situación religiosa,
política y económica inglesa.
¿Es esto algo sagrado para ver
En una tierra rica y fructífera,
Bebés reducidos a la miseria,
Alimentados con fría y usurera mano?
En tiempos de Blake, como en el nuestro, los rápidos cambios
tecnológicos habían producido una riqueza sin precedentes y una pobreza devastadora. En su tiempo, como en el nuestro, fueron urdidos planes bien intencionados para aliviar la miseria humana sin alterar el status quo económico. En su tiempo, como en el nuestro, algunos de los que prestaban ayuda, creyeron que debían poner ciertas condiciones a quienes la recibían.
El Jueves Santo, Jesús lavó los pies a sus discípulos. Fue un cambio tan profundo, que todavía intentamos imitar, aunque sea por un momento. Lavando los pies de quienes lo llaman maestro, Jesús los aleja del poder, el prestigio y el ejercicio de la autoridad a la que pueden creer que, por su experiencia o conocimientos, tienen derecho. Jesús nos llama a servir sin referencia ni relación con nuestra propia necesidad de poder o reconocimiento.
La última estrofa de Blake, dice:
Porque dondequiera brille el sol,
Y dondequiera la lluvia caiga,
Allí los bebés no deben pasar hambre
Ni la pobreza aterrorizar la mente.
Podemos servir más plenamente la misión de Dios, garantizando que todos los niños sean alimentados, nutridos y amados a todos los niveles: el físico, el emocional y el espiritual. No podemos hacer menos.
— Gay Clark Jennings

miércoles, 27 de marzo de 2013

DEVOICIONALES DE SEMANA SANTA


Miércoles de Semana Santa, 
El Señor Jesús, la noche en que fue traicionado, tomó pan,
y después de dar gracias, lo partió y dijo: “Este pan es mi
cuerpo, que por ustedes entrego; hagan esto en memoria
de mí”. De la misma manera, después de cenar, tomó la copa
y dijo: “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; hagan esto, cada vez que beban de ella, en memoria de mí”. Porque cada vez que comen este pan y beben de esta copa, proclaman la muerte del Señor hasta que él venga.
— 1 Corintios 11:23-26

Con todo el ritual y el simbolismo de la Eucaristía es fácil
olvidar que la Última Cena fue, en su forma más sencilla, una
comida que Jesús compartió con sus amigos más cercanos.
Aunque generalmente no la comparamos con la comida de la
cena del domingo, la Última Cena no fue más que una cena, una comida que los primeros cristianos compartían entre ellos en conmemoración de Jesús, y en la que también participamos hoy.
¿Qué significa pensar, no en el Jesús divino que nos invita a
“comer su cuerpo y beber su sangre”, sino en un Jesús humano, que comía con gente que lo amaba y personas que lo traicionarían, que alimenta a multitudes de extraños y que incluso cena con los publicanos y las prostitutas? Nuestro Dios es un Dios que disfruta de los alimentos, que saborea la compañía de amigos y extraños en medio de una buena comida, que acepta la hospitalidad de los marginados y los envilecidos, y que también ayunó en el desierto y predicó las buenas noticias de pueblo en pueblo, sin tener segura
su próxima comida. La humanidad de Jesús revela la que todos debemos procurar: una humanidad que nos conduce a una mayor humildad, a más profunda compasión y al servicio comprometido.
— Brin Bon

martes, 26 de marzo de 2013

DEVOCIONALES DE SEMANA SANTA


Martes de Sema na Santa, Marzo 26
Si te dedicas a ayudar a los hambrientos
y a saciar la necesidad del desvalido,
entonces brillará tu luz en las tinieblas,
y como el mediodía será tu noche.
—Isaías 58:10


Hace varios años, mientras colocábamos alimentos en los estantes de la despensa de la unidad de alimentación escolar, la mesa  en el centro de la despensa me atrajo. En ella había productos desechados, que no serían elegidos por los clientes de la tienda de comestibles, pues estaban casi podridos.
Me sentía muy angustiada por esa mesa que me hizo pensar en la mesa de la Eucaristía, a la cual los fieles, y los no tan fieles, los ricos y los pobres, los hambrientos y los bien alimentados, son invitados cada semana; la mesa donde somos alimentados y nutridos por el cuerpo y la sangre de Cristo. En ella recibimos lo mejor de Dios, no las sobras.
Mi angustia se transformó en acción y, por la gracia de Dios
y con la ayuda y el amor y cuidado de muchos, comenzó la
escuela Gooden, con gran alegría y corazones eucarísticos, para transformar esa mesa cultivando y entregando vegetales frescos y orgánicos.
¿Tienes algún pedazo de terreno que pudieras preparar para
cultivar alimentos para los hambrientos? En la despensa del mundo hay mesas que necesitan ser transformadas. Juntos podemos convertirlas en mesas de Dios.
— Marianne Ryan

lunes, 25 de marzo de 2013

Devocionales Semana Santa



Lunes de Sema na Santa, Marzo 25
Él hace que salga el sol sobre malos y buenos,
y que llueva sobre justos e injustos.
— Mateo 5:45b

El nuestro es un Dios de abundancia, pero la abundancia de Dios se distribuye de manera que escasamente comprendemos. Mientras el medio oeste de Estados Unidos sufre una sequía milenaria, Filipinas y la Costa del Golfo se inundan por las lluvias. En tiempos como este, los cristianos adoramos a Dios en Cristo, oramos, cuidamos de otros y nos esforzamos por ser generosos con amigos y extraños. Les ofrecemos las bendiciones de Dios, y aquí lo dejamos.
¿Qué más podemos hacer?
Tenemos muy poco control sobre nuestra propia vida, sobre lo
que nos sucede o no. Menos control tenemos sobre las vidas de los demás, el ritmo de las mareas o el movimiento de los planetas en sus órbitas. Lo que sí podemos controlar, y que Cristo nos pide, es mantener en nuestros corazones que, si bien tenemos poco poder sobre el mundo, tenemos un gran poder para controlar nuestras reacciones ante el mismo; lo que hacemos mientras el mundo gira día tras día, mes tras mes, año tras año. Siempre podemos adorar,
orar, cuidar y ser generosos mientras bendecimos a nuestro Señor y Salvador.
¿Qué más necesitamos hacer?
— Brent Was

domingo, 24 de marzo de 2013

DEVOCIONALES DE CUARESMA


Domingo de Ram os, Marzo 24
¡Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor!
¡Paz en el cielo y gloria en las alturas! Algunos de los
fariseos que estaban entre la gente le reclamaron a Jesús:
¡Maestro, reprende a tus discípulos! Pero él respondió:
Les aseguro que si ellos se callan, gritarán las piedras.
— Lucas 19:38-40


Jesús no fundó una religión sino un movimiento: la llegada del
Reino de los cielos o, en el lenguaje de este folleto cuaresmal, un viaje para sanar a un mundo que sufre. El Domingo de Ramos,
marca un momento crucial en ese movimiento, el recuerdo del
desfile triunfal de Jesús en Jerusalén, el comienzo de la Semana Santa que nos traslada hacia las horas oscuras en la Cruz y por ella hacia la luz de la Pascua.
La procesión de hoy inicia ese movimiento de muchas maneras, pero no como la gran entrada de un emperador victorioso ni un inmenso despliegue de poder militar; sino con la aclamación espontánea dada a un rey cabalgando en un burro, señal de que el trabajo de sanidad, la esperanza del mundo, llegará con sencillez y humildad. La multitud aclama mientras Jesús entra. Poco después le volverán las espaldas.
Hoy, las liturgias en nuestras iglesias capturarán ese latigazo
espiritual, pasando rápidamente de la celebración festiva a narrar la Pasión triste y sombría. Este día especial nos da la oportunidad de pensar en donde estamos al comenzar esta Semana Santa. ¿Nos uniremos al movimiento hacia la sanidad de un mundo sufriente, o le volveremos nuestras espaldas? ¿O tal vez peor, sencillamente nos apartaremos?
—Jay Sidebotham

sábado, 23 de marzo de 2013

DEVOCIONALES DE CUARESMA


Sábado, Marzo 23
¿Cuándo te vimos hambriento?
— Mateo 25:37

Donde vivo sacamos los alimentadores para los colibríes el primer día de abril. Mezclamos cuatro partes de agua y una de azúcar, un cóctel rico en energía para esos diminutos organismos que queman tantas calorías en un día. Si no vienen el 1 de abril, y por lo general no lo hacen, al menos sabemos que pronto llegarán. Mi objetivo es hacer de nuestro jardín un paraíso para los colibríes, con tantas flores y alimentadores como pueda reunir allí.
Lo curioso es que ellos no siempre quieren vivir en el paraíso.
Aunque hay mucha comida para todos, ¡créame cuando lo digo!, los colibríes se pelean para mantener a otros fuera del patio. A veces pienso que prefieren pelearse por la comida que comerla.
Son como nosotros, mucha abundancia, pero poco compartir,
acaparando lo que no se necesita, negándolo a otros que sí lo
necesitan. Fuimos hechos a imagen de Dios, es cierto, pero también somos como los animales.
Esa doble naturaleza es fácil de ver, pues la parte egoísta es muy evidente. No lo son menos las medidas que tomamos para superarlo y la generosidad que expresamos cuando estamos bien. Pero somos más que nuestros peores defectos, pues a veces los seres humanos nos unimos para ministrar a los que sufren. Todas las comunidades de fe se consagran a ese impulso, y el pasaje de las Escrituras sobre el que reflexionamos hoy, sugiere que, más que ninguna otra cosa, eso es fundamental para nuestra vida de fe.
— Bárbara Cawthorne Crafton

viernes, 22 de marzo de 2013

DEVOCIONALES DE CUARESMA


Viernes, Marzo 22
[Dios]... abrió la roca, y brotó agua
que corrió por el desierto como un río.
— Salmo 105:41


Una tierra seca y árida no puede sostener la vida. El agua es
esencial para la vida, pero debe ser limpia y administrada
correctamente en beneficio de todos.
Los proyectos de agua iniciados por la Iglesia Anglicana de
Burundi, junto a sus socios, han ayudado a reducir enfermedades como el cólera, así como la diarrea y los parásitos. Ahora miles de  personas han mejorado las condiciones de higiene en sus hogares y se están dando cuenta de la importancia de lavarse las manos regularmente, de lavar su ropa y de utilizar agua de una fuente limpia. Tener fuentes locales de agua limpia también ha reducido el tiempo dedicado a buscar agua. En algunos lugares, la caminata
para obtener agua se ha reducido casi a la mitad.
La conservación del agua de lluvia ha contribuido a desarrollar
cultivos cuando las lluvias son insuficientes. Una de las catedrales tiene ahora un gran depósito para recoger el agua de lluvia que cae del techo. El agua que una vez causó inundaciones está siendo utilizada productivamente.
Las comunidades están asumiendo la responsabilidad de la
propiedad y el cuidado de los pozos y las fuentes de agua. Esto ha ayudado a promover mejores relaciones en la comunidad, según las personas van aprendiendo a vivir y trabajar juntos en armonía, algo que otros han observado.
Permitamos que el Agua de Vida del Espíritu del Dios nos llene de nuevo y refresque las áreas secas y áridas de nuestras vidas.
— Leónidas Niyongabo

jueves, 21 de marzo de 2013

DEVOCIONALES DE CUARESMA


Jueves, Marzo 21
Danos hoy nuestro pan cotidiano.
— El Padre Nuestro


Las plantas están llenas de fresas rojas y brillantes
y de gruesas vainas de guisantes. Cada mañana, desde principios de la primavera hasta el verano, mis hijos salen descalzos al  jardín para coger la primera fresa de la planta y buscar las vainas  perfectamente llenas de guisantes para el desayuno. Las vainas de  guisantes, las plantas de fresas, el suelo oscuro, rico, todo cubierto aún con el rocío de la mañana.
La tierra es la base de nuestro sistema alimentario. Nos
alimentamos según se alimenta nuestra tierra. Una tierra sana
está viva, llena de microbios hambrientos. Como nosotros, esos microbios se multiplican y relacionan unos con otros y con la lluvia y el sol, alimentados por los nutrientes elementales, el carbono y el nitrógeno. La tierra sana ofrece los nutrientes a los campos y granjas y finalmente a nuestros cuerpos. La tierra es nuestra vida.
La resurrección ocurre bajo nuestros pies todos los días. Los
alimentos nos relacionan con la tierra, el agricultor, la luz solar y la lluvia, todo ello proporcionado por la milagrosa creación de la tierra de nuestro jardín. Cuando somos conscientes de ese precioso regalo, también nos relacionamos con los 870 millones de personas en todo el mundo que no tienen acceso adecuado a los alimentos.
Estos dones de Dios están ocultos o se pierden por nuestra falta de conciencia de este mundo de interrelaciones. Cuando empezamos a reconocer que nuestro pan de cada día es un don, entendemos que todos los alimentos, el pan, las fresas, los guisantes, son un regalo de la generosidad de la tierra. ¿Podemos ser mayordomos de este regalo para todos los hijos de Dios? ¿Podemos cuidar la tierra tanto como ella nos cuida?
Nuestro mundo depende de ello.
— Lisa Ransom

miércoles, 20 de marzo de 2013

DEVOCIONALES DE CUARESMA


Miércoles, Marzo 20
Este mandamiento nuevo les doy:
que se amen los unos a los otros. Así como yo los he
amado, también ustedes deben amarse
los unos a los otros. De este modo todos sabrán
que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros.
— Juan 13:34-35


El servicio del equinoccio de primavera de mi comunidad termina con esta oración:
Que todos brotemos. Que extendamos nuestras ramas brillantes y elegantes. Que seamos miel uno para el otro. Que lo que seamos, lo que sepamos y lo que podamos ser, sea para el mutuo servicio. Amén.
Que seamos miel el uno para el otro.
Cuando decimos esas palabras, las veo como un intercambio
de saludos, algo así como solía hacer hace años cuando con mis hermanas nos hacíamos reverencias cuando pasábamos a la sala: el Cristo en mí saluda al Cristo en ti.
La miel es el increíble regalo de las abejas que recolectan el néctar y, a continuación, hacen trabajar su magia de abejas para hacer el dulce y saludable producto dorado que disfrutamos. Dura mucho tiempo y conservada adecuadamente puede durar muchos años. Si la conservación no es apropiada, la miel puede hacerse no apta para los seres humanos, pero las abejas la consumirán alegremente.
¿No sería maravilloso que todos nos convirtiéramos en miel el uno para el otro? Habría una dulzura esencial en todo el mundo. Nos alimentaríamos mutuamente y a nosotros mismos. Todos seríamos deliciosamente buenos y, tratada adecuadamente, nuestra amistad duraría mucho tiempo.
Te amo, miel. El Namasté (saludo) del agricultor.
— Hermana Catherine Grace

martes, 19 de marzo de 2013

DEVOCIONALES DE CUARESMA


fiesta de San José — Martes, Marzo 19
Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el
Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes
de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes
sirven a Cristo el Señor.
— Colosenses 3:23-24


Hoy celebramos la fiesta de San José, el esposo de María y padre terrenal de Jesús, que no debe confundirse con José, el de la capa multicolor o José de Arimatea, quien ministró a Jesús en su muerte.
Me gusta especialmente que San José sea conocido como “el obrero” y sea el santo patrón de los trabajadores. Era un carpintero, maestro de carpintería de sus hijos y probablemente de otros chicos en Nazaret.
Cada día nuestro camino se cruza con el de los trabajadores y
obreros que hacen posible la vida. Los que cultivan y llevan sus productos a Marcoset; maestros que van algo más lejos, conserjes y señoras de la limpieza que mantienen limpios nuestros lugares de trabajo. La lista no termina.
Pocos trabajan más duramente que Juan Awinsor, maestro
carpintero y director de una escuela de carpintería para niños
discapacitados en Teshie, Ghana. Su trabajo y ministerio de
oración, bendice a los niños bajo su cuidado, a su comunidad y a todo aquel con quien entra en contacto. Se pone a trabajar en sus tareas “para el Señor”. Una inspiración para todos nosotros.
— Brian Sellers-Petersen

lunes, 18 de marzo de 2013

DEVOCIONALES DE CUARESMA


Lunes, Marzo 18
Los primeros capítulos del Génesis... son... una revelación...
de la visión de Dios del universo y de sus intenciones para
el hombre...Dios hizo el mundo como un jardín en el cual
él mismo se deleitaba. Hizo al hombre y le dio la tarea de
colaborar en el cuidado divino de las cosas creadas.
Hizo hombre a su propia imagen y semejanza,
como un artista, un trabajador... el jardinero del paraíso.
— Thomas Merton in “La Danza General”,
Nuevas semillas de Contemplación


Como escribió Thomas Merton, se pretende que seamos jardineros, unos que cultivan una vida de oración que prepara el alma (nuestra tierra) para escuchar; como dice San Benito, “con el oído de nuestro corazón”. Cultivar una vida de oración a través de su práctica, permite hacerse fruto, visto como un modo de vida sacramental. Ni  más, ni menos.
El mantra benedictino, ora et labora, que significa “oración y
trabajo”, nos ofrece un enrejado donde puede crecer nuestra vida y comunidad espiritual. Esta antigua práctica, que nos ha llegado  gracias a los monjes y monjas que viven esa vida orgánica de oración y trabajo, es un rico patrimonio o, podríamos decir, la buena tierra donde podemos plantarnos. Combinar la oración con el trabajo, es la mezcla apropiada para cultivar nuestras vidas de manera fructífera, alimentándonos a nosotros mismos y a otros con
alimento espiritual.
Podríamos reflexionar sobre nuestras vidas personales y sobre la de la comunidad parroquial, utilizando la metáfora de un jardín.
¿Realmente estamos cuidándolo? ¿Estamos preparando el suelo, mirándonos interiormente, a nuestras mentes, observando nuestros corazones? ¿Estamos experimentando a Cristo entre nosotros? En el centro de nuestra alma, la esencia del Espíritu habita en nosotros, descansando en Dios, en el jardín del Edén.
— Michael Trent Thompson

domingo, 17 de marzo de 2013

DEVOCIONALES DE CUARESMA


Domingo, Marzo 17
No tienen que irse —contestó Jesús.
Denles ustedes mismos de comer.
— Mateo 14:16


A veces el reto de satisfacer el hambre del mundo nos puede
abrumar hasta la desesperación. Ya sea que nos confrontemos con la macilenta mujer sin hogar con la que nos cruzamos en la calle, la sala abarrotada del comedor social de la parroquia, o la cantidad de noticias de los que mueren de hambre por causa de guerras o desastres naturales, la solución parece superarnos, y nuestra impotencia se convierte en el agente de nuestra indiferencia.
Jesús, percibiendo el hambre de los reunidos junto al mar de
Galilea para escuchar sus enseñanzas, dijo a sus discípulos que consiguieran algo de comida para alimentarlos. Pasmados por el tamaño de la multitud y abrumados por el problema, decidieron distanciarse de éste y de la gente, respondiendo, “No tenemos más que cinco panes y dos peces”.
Pero Jesús sabía cómo abordar el hambre, tanto la física de la
multitud, como la espiritual de los discípulos: una persona a la
vez. Y negó el poder del mal, de la herramienta que tan a menudo utiliza para que ni siquiera lo intentemos: la indefensión.
Cuando no estamos indefensos, tampoco lo están quienes necesitan nuestra ayuda.
— Mark Hollingsworth

sábado, 16 de marzo de 2013

DEVOCIONALES DE CUARESMA



Sábado, Marzo 16
También tomó pan y, después de dar gracias,
lo partió, se lo dio a ellos y dijo:
—Este pan es mi cuerpo, entregado por ustedes;
hagan esto en memoria de mí.
De la misma manera tomó la copa...
— Lucas 22:19-20


Cuando Jesús se reunió con sus amigos para la comida de Pascua, habló sobre el pan y el vino en términos de entregar su vida para que otros puedan vivir. También dijo que recordaran este misterio.
Observamos ese evento ritualmente en la iglesia, pero ¿lo hacemos cada vez que comemos?
Los alimentos que consumimos proceden de un universo basado en el constante intercambio de energía. Toda la energía en la tierra proviene del sol, que surgió cuando murió su abuela estrella, liberando elementos vitales y energía para la existencia de la vida en la tierra. Todas las plantas y animales que nos alimentan para poder movernos, pensar, cantar, crear, soñar, toman su energía del sol.
El universo existe intercambiando energía constantemente.
Finalmente cada ser rinde su vida liberando energía hacia el
universo. Una y otra vez, ese intercambio se produce, en ciclos de muerte a vida, de transformación y resurrección.
Jesús no tuvo acceso a esta ciencia, pero sabía que la comunión era algo más que el encuentro para una comida ritual. Es reconocer que todo lo que existe es una malla, tejida durante 13,7 mil millones de años de creación, que es esencialmente eucarística en su mismo ser.
— Hermana Catherine Grace




viernes, 15 de marzo de 2013

DEVOCIONALES DE CUARESMA


Viernes, Marzo 15
Luego Leví le ofreció a Jesús un gran banquete en su
casa... Pero los fariseos y los maestros de la ley que eran
de la misma secta les reclamaban a los discípulos de
Jesús: ¿Por qué comen y beben ustedes con recaudadores
de impuestos y pecadores? No son los sanos los que necesitan médico sino los enfermos —les contestó Jesús. No he venido a llamar a justos sino a pecadores para que se arrepientan.
— Lucas 5:29-32


Cuando era un niño creciendo en un pequeño apartamento en
la ciudad de Nueva York, la mesa de la cocina era el centro de
nuestro hogar. Servía como espacio de estudio, sala de estar y, por supuesto, comedor.
Hace varios años me invitaron a casa de un amigo para almorzar, lo que me hizo recordar muchas otras mesas. Disfrutamos de sopa de tomate (una muy suculenta con trozos de zanahorias y rematada con albahaca morada rallada), una baguette y quesos, raviolis cubiertos ligeramente con mantequilla y queso parmesano, una variedad de higos, buen chocolate oscuro y esas maravillosas finas galleticas, especie de cruce entre galletas escocesas de mantequilla (shortbread) y bizcocho. Esta comida sencilla pero extravagante, unió a dos amigos que rieron, soñaron, discutieron sobre los temas del día y se escucharon mutua y profundamente.
Jesús no tenía una mesa de cocina propia, pero me imagino que la comida que compartió con sus amigos y seguidores tendría un sabor parecido.
Eso es el altar para mí. Es central y esencial, mantiene los recuerdos y trae a la memoria lo que hacemos alrededor de las “mesas de comer” en los salones de nuestra parroquia, en nuestros hogares, en restaurantes y en parques. Las mesas de comer y el altar de Cristo tienen mucho que enseñarnos sobre la hospitalidad radical, tal como lo hacen sobre la satisfacción de las hambres espirituales y físicas.
— Jennifer Baskerville-Burrows

jueves, 14 de marzo de 2013

DEVOCIONALES DE CUARESMA


Jueves, Marzo 14
Pero si envías tu Espíritu, son creados, y así renuevas la faz de la tierra.
— Salmo 104:30


Animal, Vegetal, Milagro; es el relato de Bárbara Kingsolver
de la aventura de su familia que durante un año comieron
exclusivamente productos que ellos cultivaron o compraron a los agricultores locales. La palabra milagro me lo dice todo. Ya adulta me he hecho una apasionada jardinera, y para mi sigue siendo un milagro que mis perennes revivan cada primavera después de morir en otoño. Es un milagro que surjan nuevas cañas de frambuesas cuando mueren las viejas. Es un milagro cuando planto unas semillas diminutas y producen tanta espinaca que tengo que regalar a los vecinos. Es un milagro cuando mis restos de comida se convierten en compost fertilizador. Sí. Sé que no son técnicamente “milagros”, no como cuando Jesús dio vista a los ciegos. Aun así, no puedo evitar admirarme por la forma en que Dios creó este mundo que se renueva constantemente, dando una y otra vez.
Tal vez nuestra reflexión cuaresmal debe incluir arrepentirnos por nuestra incapacidad de ver lo milagroso en esta tierra que Dios nos ha dado.
— Nancy Hopkins-Greene

miércoles, 13 de marzo de 2013

DEVOCIONALES DE CUARESMA


Miércoles, Marzo 13
Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—.
El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed.
— Juan 6:35


Somos alimentados espiritualmente cada vez que participamos en la Eucaristía, en comunión con nuestro Cristo, que está en el mundo pero que no es del mundo. Es entonces, cuando nos damos completamente a otra cosa que no sean nuestros propios deseos y voluntades, que podemos seguir los pasos que nuestro Cristo ha puesto ante nosotros con fe, esperanza y amor, en el camino hacia la eterna verdad. Y cuando penetramos plenamente en el misterio de Cristo al acercarnos al altar, las manos extendidas hacia él, experimentamos el gozo vivificador de participar en cada Eucaristía.
Primero debemos saber por qué estamos allí, qué es lo que comemos y de dónde viene realmente. Somos alimentados por el mundo o por nuestro Cristo. Puede decirse que somos lo que comemos.
También es importante saber de dónde viene nuestro alimento, quiénes son los que lo cultivan y cosechan para nosotros y preocuparnos por cómo crece. Participar en los Marcosets de los agricultores locales crea un sentido de comunidad, mientras se cuida la tierra. Las prácticas de jardinería y agricultura orgánica y biodinámica, dan una esperanza para que la tierra sea sanada.
Como Wendell Berry escribe en su poema “La granja”: “Sé agradecido y recompensa el crecimiento con cuidado y buen trabajo. El trabajo realizado con gratitud, amablemente y bien, es una oración”.
Señor, escucha nuestra oración.
— Michael Trent Thompson

martes, 12 de marzo de 2013

DEVOCIONALES DE CUARESMA


Martes, Marzo 12
Si alguien que posee bienes materiales ve que su hermano está pasando necesidad, y no tiene compasión de él,
¿cómo se puede decir que el amor de Dios habita en él?
— 1 Juan 3:17


La Iglesia Anglicana en Sudán del Sur es una de las mayores
instituciones de la sociedad civil en el país. Con una membresía de unos 20 millones de personas (en una población de 65 millones), la Iglesia está presente al final de cada camino de tierra en el país.
Aunque rica en miembros, la Iglesia no lo es tanto en sus ingresos y es constantemente desafiada en el cumplimiento de sus variadas obligaciones financieras.
Dadas las circunstancias en el Sudán meridional, parece que casi cada semana surge una crisis humanitaria, principalmente de los conflictos entre los dos Sudán o entre grupos étnicos en el sur del Sudán del Sur. Pero la gente de la Iglesia en Sudán, a pesar de sus limitaciones, es ejemplo del llamado al amor y al servicio de Dios, y responde instintivamente a cada emergencia, siendo una presencia
sanadora en la comunidad o ayudando a los necesitados.
Durante esta Cuaresma, reflexionemos sobre cómo podemos
expresar aún más el amor sin límites de Dios.
— Nagulan Nesiah

lunes, 11 de marzo de 2013

Alpha

 I Curso Alpha 2013


DEVOCIONALES DE CUARESMA


Lunes, Marzo 11
Un dirigente de una comunidad preguntó a
Abba Poemen: “¿Cómo puedo ganar el temor de Dios?”
Abba Poemen respondió: ¿Cómo podremos ganar el
temor de Dios cuando tenemos los estómagos llenos de
queso y frascos de pescado salado? “
— de Los Dichos de los Padres del Desierto


El hambre es una sensación que todos conocemos, ya sea que, trabajando afanosamente, nos saltemos la hora del almuerzo o ayunemos como una práctica espiritual. En todo caso, cualquiera de nosotros con recursos suficientes, puede acercarse a la despensa o abrir la nevera y alimentarse cuando el hambre nos impulsa a comer. Pero muchas veces no es el hambre lo que nos impulsa a comer, sino más bien contar con alimentos a mano, tazones de caramelos, armarios de bocadillos, comida rápida o antojos que nos incitan a comer incluso si no tenemos hambre. Pero ¿qué sucede
cuando nunca sentimos verdadera hambre, la clase de hambre que nos hace anhelar el alimento, que mira más allá de quedar satisfechos a simplemente desear alimentarse?
¿Sabemos realmente lo que significa sentir hambre? Esta es una pregunta que podemos hacer a nuestros cuerpos y a nuestros espíritus. Si siempre estamos llenos de cosas fáciles y agradables, ¿podremos conocer la profunda hambre espiritual que sólo Dios puede satisfacer? ¿Podemos tener hambre de Dios cuando nuestros estómagos siempre están llenos? ¿Cómo podría nuestra hambre hacernos recordar las necesidades de los demás y nuestra profunda dependencia de Dios durante esta temporada de ayuno y oración?
— Brin Bon

domingo, 10 de marzo de 2013

DEVOCIONALES DE CUARESMA


Domingo, Marzo 10
El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado, añadió.
— Marcos 2:27

Los discípulos cruzaban un maizal y comieron de lo que allí había.
Más tarde, una severa crítica: ¿por qué les permitió Jesús coger maíz en el día de reposo, cuando todo trabajo está prohibido?
Pues porque tenían hambre. Además, Jesús dice que el sábado fue hecho para la humanidad, y no al revés.
La observancia del sábado es lo suficientemente importante para los judíos como para incluirlo en los Diez Mandamientos. Pero el pueblo siempre se relacionó con la ley de manera práctica: quizás no trabajaran en sábado, pero tendría que alimentar a sus animales y sus vacas lecheras. Permitir que otro ser sufra, no es un modo legítimo de guardar el sábado. En esta declaración, Jesús se encuentra completamente dentro de su propia tradición.
Gran parte de lo que hace la Agencia Episcopal de Alivio y
Desarrollo en nuestro nombre, es tan sencillo como esto: semillas, alimentos y refugio. Elije la vida cuidando de aquellos que necesitan ayuda. No es una ciencia complicada y no hay que ser abogados para comprenderlo. Solamente necesitamos ser personas de buen corazón con fe en Dios y con algún sentido común.
— Bárbara Cawthorne Crafton

sábado, 9 de marzo de 2013

DEVOCIONALES DE CUARESMA


Sábado, Marzo 9
El Dios de paz... les haga aptos en toda obra buena para que hagan su voluntad, haciendo él en ustedes lo que es agradable delante de él.
— Oración del Oficio de Completas,
Libro de Oración Común, p. 98

Mi esposa y yo acostumbramos a orar las Completas antes de
retirarnos por la noche, lo que nos sirve para enmarcar el día con esa práctica de oración, que es especial en la vida de la catedral en la que sirvo. Para evitar la monotonía, de vez en cuando cambiamos la versión de Completas que utilizamos.
Hay una hermosa y sencilla oración próxima a la apertura del
Orden para Completas de la Iglesia de Nueva Zelanda y que nos introduce a todo lo que sigue:
Querido Dios,
Gracias por todo lo que es bueno,
Por nuestra creación y nuestra humanidad,
Por la administración de este planeta tierra que nos has dado,
Por el regalo de la vida y de cada uno,
Por tu amor ilimitado y eterno.
Es realmente una letanía, una lista que incluye lo que podemos considerar dones, concedidos a nosotros con un propósito, mientras procuramos vivir nuestras vidas en relación con Dios y la bondad que de él fluye hacia el mundo a través de nosotros.
El resto de Completas, de hecho el resto de la vida en general, es una invitación a considerar qué hacer con esos dones.
— Steven L. Thomason


viernes, 8 de marzo de 2013

DEVOCIONALES DE CUARESMA


Viernes, Marzo 8
Él cubre de nubes el cielo, envía la lluvia sobre la tierra
y hace crecer la hierba en los montes.
— Salmo 147:8

A veces mientras trabajaba nuestro stand en el Marcoset de los
agricultores, la gente nos decía: “Ustedes cultivan los mejores
tomates”, a lo que generalmente respondo, “Bueno, muchas gracias, pero para decirle la verdad, las plantas de tomate fueron las que hicieron el trabajo más duro”.
No importa lo mucho que lo intentemos, no podemos hacer
tomates por nuestra cuenta. Cómo es que los tomates llegan a ser, al final, es un misterio. Son la obra de Dios. Pero como no podemos hacer tomates nosotros mismos, lo que sí podemos hacer es crear las condiciones para que las plantas de tomate puedan hacer aquello para lo que fueron creadas: los tomates.
Ya se trate de criar a los hijos, construir una comunidad, cultivar alimentos o cualquier trabajo importante que se nos haya encomendado, no lo hacemos solos, porque realmente nunca estamos solos. Dios está con nosotros en nuestros corazones y manos, en las nubes y la lluvia, en el césped bajo nuestros pies.
Dios está con nosotros.
— Brent Was