Viernes, Febrero 22
GLoria a Dios cuyo poder, actuando en nosotros, puede hacer infinitamente más de los que podemos pedir o imaginar.
— Oración de la tarde II (Efesios 3:20),
Libro de Oración Común
La visita a los programas de la Agencia Episcopal de Alivio y
Desarrollo que más me ha gustado (y me atrevo a decir que fue desesperante), fue en Kenia, a una cooperativa de apicultura
organizada por las mujeres de la comunidad donde trabajamos.
Para regocijo de mis anfitrionas, me vestí de pies a cabeza con el equipo de protección de los apicultores y me acerqué a las abejas
que fabricaban su miel.
A través de nuestro socio en Kenia, estamos suministrando el equipo y la capacitación técnica para fomentar el desarrollo
económico. Esta forma de trabajo crea una habilidad basada en la comunidad, desatando la capacidad humana y capacitando
a las personas para transformar sus propias vidas. El negocio de la apicultura pronto se hizo autosuficiente. Contando con el
entrenamiento y el equipo básico, el grupo compró frascos para la miel, que venden sellados higiénicamente con etiquetas de garantía
de calidad del Consejo Regulador de Kenia, lo que les permite cobrar precios más altos que la que se vende sin verificación de
calidad.
La enseñanza de las industrias domésticas como la apicultura, da poder a los individuos. Pueden aferrarse a las habilidades
que adquieren, aprovechándolas y enseñando a otros. El ingreso adicional mejora la vida de sus familias.
Y ése es el “aspecto dulce” del desarrollo sostenible.
— Robert W. Radtke
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