meditaciones de Cuaresma Lunes 14

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Meditación para el lunes 14 de marzo
Deuteronomio 8:11-20

No se les ocurra pensar: “Toda esta riqueza la hemos ganado con
nuestro propio esfuerzo.” (8:17)

Nuestra capacidad humana de engañarnos a nosotros mismos
es asombrosa. Es tan fácil imaginarnos que es gracias a nuestros
esfuerzos, nuestra destreza, y nuestro trabajo arduo el resultado
de nuestro éxito. El libro Deuteronomio nos ofrece un recordatorio
franco de que éste es un autoengaño profundo. Cada momento de
nuestra vida es un obsequio de Dios. El aire que respiramos y el
suelo sobre el que caminamos son todos obsequios. Cualquier éxito
que disfrutamos es posible por el Creador y Sostenedor de todos
nosotros—el Dios de nuestro Señor Jesucristo.
Cuando las cosas nos salen mal, nos encontramos muy conscientes
de Dios y queremos su ayuda desesperadamente. El Deuteronomio
dirige nuestra atención a la ironía profunda de que cuando las cosas
nos van realmente bien, empezamos a pensar que podemos vivir
sin Dios. En cambio, debemos aprender a estar agradecidos por
nuestro éxito y compartir ese éxito con los demás.
Convirtamos el día de hoy en un día de gratitud y recordemos
compartir nuestras bendiciones con los demás.

—Ian Markham