viernes, 18 de marzo de 2011

Meditaciones de Cuaresma

Meditación para el sábado, 19 de marzo,
La Fiesta del Día de San José


Mateo 1:18-25
“La virgen quedará encinta y tendrá un hijo, al que pondrán por
nombre Emanuel” (que significa: “Dios con nosotros”). (1:23)

Era un sueño descabellado—uno que parecía liberar a José de su
gran preocupación sobre María, pero eso insinuaba hacia algo aún
más grande que un embarazo inoportuno. Este niño será llamado
“Emanuel, Dios con nosotros.” El nombramiento de este milagro
anuncia la unión del cielo y la tierra para que la santidad de Dios sea
conocida en carne humana.
Nunca más se vería a la carne humana como algo que no es
sagrado. A partir de este momento, nadie podría ser desechable;
todos tienen valor trascendental y eterno porque Él es Emanuel.
La viuda y el huérfano, el pobre y el indigente, el refugiado y el
preso, el invisible y el olvidado—todos resemblan la imagen divina y
son profundamente amados por el hijo de José. Cuiden de mí, dice
Jesús, a través de su cuidado hacia los más desafortunados.

—Duncan Gray III

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