lunes, 11 de abril de 2011

Meditacion Cuaresma 2011

Meditación para el lunes 11 de abril
Juan 9:1-17
Al salir, Jesús vio a su paso a un hombre que había nacido ciego.
Sus discípulos le preguntaron: —Maestro, ¿por qué nació ciego este
hombre? ¿Por el pecado de sus padres, o por su propio pecado?
(9:1-2)

¿Por qué la desgracia toca algunas vidas y a otras las deja intactas?
Aquí en Juan, a Jesús se le hace esa pregunta. Jesús explica
que la desgracia no es el resultado del pecado; de hecho, cada
momento de desgracia es una oportunidad para Dios para hacer una
diferencia.
El juego de buscar culpables es muy tentador. Nos hace se sentir
mejor si los problemas que otros afrentan son atribuibles a la
“Corrupción” o al “Pecado” o a alguna otra forma de imprudencia.
Jesús nos invita a que caminemos afuera del juego de buscar
culpables y en vez de eso reflexionemos sobre cómo podemos
hacer una diferencia. ¿Cómo podemos convertir los momentos de
desgracia y de tragedia en momentos que anticipan el Reino de
Dios?
El apóstol Pablo explica que Dios es el alfarero que trabaja en cada
vida. Un área en la que Dios quiere trabajar desesperadamente es
en nuestras actitudes y valores. El alfarero quiere tomar nuestra
predisposición de culpar y convertirla en una predisposición para
transformar. Podemos rendirle gloria a Dios al enfocarnos en “¿Qué
podemos hacer?” en vez de “¿Qué fue lo que hicimos mal?”.
—Ian Markham

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