viernes, 22 de abril de 2011

Meditacion Semana Santa

Meditación para el 22 de abril, Viernes Santo
Juan 19:38-42
Así pues, José y Nicodemo tomaron el cuerpo de Jesús y lo
envolvieron con vendas empapadas en aquel perfume, según la
costumbre que siguen los judíos para enterrar a los muertos. Allí
pusieron el cuerpo de Jesús, porque el sepulcro estaba cerca y
porque ya iba a empezar el sábado de los judíos. (19:40, 42)

Durante toda mi vida adulta como cristiana he querido a mis
amistades con los escépticos, ya sea que se llamen agnósticos
o ateos. Uno de esos amigos quien era alegre excepto cuando
hablaba de Dios y del problema del mal, se refería a este día feriado
religioso como el Viernes Malo.
Mientras su elección de vocabulario me preocupaba, lo respetaba
porque reflejaba lo él realmente pensaba: que los cristianos
glorificaban la muerte despiadada de Jesús como algo bueno.—una
respuesta que mi amigo decididamente no consideraba algo bueno.
Yo también llamaría este día Viernes Malo si pensara que el
entierro que aparece en Juan 19:38-42 fuera el final de la historia.
Mientras que éstos no fueron la conclusión, la muerte y el entierro
de Jesús marcan el punto decisivo de historia de salvación. He aquí
el Cordero sagrado, ofrecido por Dios, que quita los pecados del
mundo.
—Douglas LeBlanc

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