jueves, 14 de abril de 2011

Meditacion Cuaresma

Meditación para el viernes 15 de abril
Juan 11:1-27
Entonces Jesús les dijo claramente: —Lázaro ha muerto. Y me
alegro de no haber estado allí, porque así es mejor para ustedes,
para que crean. Pero vamos a verlo. Entonces Tomás, al que
llamaban el Gemelo, dijo a los otros discípulos: —Vamos también
nosotros, para morir con él. (11:14-16)

Debido a la forma en que Tomás respondió a la noticia de la
resurrección de entre los muertos de Jesús, a menudo se le
llama Tomás el Incrédulo, como si éste fuera su apodo eterno. La
forma en que Tomás responde a Jesús en el Evangelio de hoy
es encantadora. Lo considero, en este momento, como el santo
patrón de los pesimistas—aquellos de nosotros que preferimos ser
sorprendidos por los finales felices.
Sin embargo, Tomás une este pesimismo con la resolución y la
lealtad: “Vamos también nosotros, para morir con él.” Esto, pienso
yo es el puro corazón de Tomás a simple vista. Vemos a un hombre
dispuesto a tomar su conocimiento incompleto, y su creencia
balbuceante, y expresarlos como confianza correcta en el carácter y
la identidad del Señor Jesús.
Cuando ruego a Dios, “Señor, yo creo; ayúdame con mi
incredulidad”, entonces recuerdo a Tomás y le quiero.
—Douglas LeBlanc

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