jueves, 3 de abril de 2014

Jueves 3 de Abril

Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán 
la ley de Cristo.
—Gálatas 6:2

Durante la peregrinación a Ghana de la Agencia Episcopal de Alivio y
Desarrollo en 2013, me sentí particularmente bendecido al visitar una
de las pequeñas haciendas en la parte norte del país. Caminamos un
buen trecho en medio de un hermoso trigal hasta que vimos colores
vibrantes entre los tallos. Era la ropa de los trabajadores agachados
y espigando. Hombres y mujeres juntos, como unos veinte en total,
formaban una línea derecha y metódicamente espigaban todo el
campo. Con gran alegría, terminaron unos minutos después.
Supimos después que los espigadores del campo eran todos vecinos
del real hacendado dueño de esa tierra, quien era una de esas personas
espigando. El resto de la gente eran sus vecinos, todos ayudaron ese
día a espigar su campo. Al día siguiente, el mismo grupo iría a otro
campo, y luego otro, hasta que el trabajo de la comunidad quedaba
hecho.
Lo que vi fueron vecinos ayudando a vecinos, sin importar una
victoria individual competitiva. Creo que cumplían la directiva a los
Gálatas 6:2, “Sobrelleven los trabajos unos de otros, y de esta manera
cumplirán con la ley de Cristo”. ¡Ay! Cuando amamos a nuestros
vecinos como a nosotros mismo, todo el mundo parece lleno de
vitalidad y alegría.
—Sam Candler

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