Se levanta de madrugada, da de comer a su familia y
asigna tareas a sus criadas. Calcula el valor de un campo y
lo compra; con sus ganancias planta un viñedo.
Decidida se ciñe la cintura y se apresta para el trabajo.
—Proverbios 31:15-17
A través de mis visitas a programas en el año pasado, he encontrado a
un sin número de mujeres que me sorprendieron, me desafiaron y me
inspiraron por su fuerza y generosidad.
Como lo demuestra la esposa capaz descrita en este proverbio, el
trabajo de las mujeres, nuestras socias, realmente nos sobrepasa a
todas. Se levantan temprano, trabajan todo el día para proveer agua,
comida caliente, y salud y bondad a sus esposos, a sus hijos, y a
muchos otros. Y lo hacen muy frecuentemente con muy pocos recursos
y a pesar de muchos desafíos.
Puedo pensar en particular en una mujer que conocí en Nicaragua el
año pasado. Fue seleccionada por su comunidad para ser promotora
de la agricultura. Esto significa que no sólo asiste a sesiones para
aprender nuevas técnicas para diversificar lo que cultiva y vende y para
conservar su tierra sino también que se compromete a compartir todo
lo que aprende con otras cinco vecinas.
Esta mujer lo hace con mucho entusiasmo, dedicando innumerables
horas para ayudar a mujeres y hombres a que obtengan nuevos
conocimientos y habilidades.
Durante este tiempo de Cuaresma, demos gracias por las
oportunidades que cada uno de nosotros tiene y reflexionemos sobre
las maneas como mujeres en todo el mundo aceptan y comparten
incansablemente nuevas oportunidades.
—Sara Delaney52
20
asigna tareas a sus criadas. Calcula el valor de un campo y
lo compra; con sus ganancias planta un viñedo.
Decidida se ciñe la cintura y se apresta para el trabajo.
—Proverbios 31:15-17
A través de mis visitas a programas en el año pasado, he encontrado a
un sin número de mujeres que me sorprendieron, me desafiaron y me
inspiraron por su fuerza y generosidad.
Como lo demuestra la esposa capaz descrita en este proverbio, el
trabajo de las mujeres, nuestras socias, realmente nos sobrepasa a
todas. Se levantan temprano, trabajan todo el día para proveer agua,
comida caliente, y salud y bondad a sus esposos, a sus hijos, y a
muchos otros. Y lo hacen muy frecuentemente con muy pocos recursos
y a pesar de muchos desafíos.
Puedo pensar en particular en una mujer que conocí en Nicaragua el
año pasado. Fue seleccionada por su comunidad para ser promotora
de la agricultura. Esto significa que no sólo asiste a sesiones para
aprender nuevas técnicas para diversificar lo que cultiva y vende y para
conservar su tierra sino también que se compromete a compartir todo
lo que aprende con otras cinco vecinas.
Esta mujer lo hace con mucho entusiasmo, dedicando innumerables
horas para ayudar a mujeres y hombres a que obtengan nuevos
conocimientos y habilidades.
Durante este tiempo de Cuaresma, demos gracias por las
oportunidades que cada uno de nosotros tiene y reflexionemos sobre
las maneas como mujeres en todo el mundo aceptan y comparten
incansablemente nuevas oportunidades.
—Sara Delaney52
20
No hay comentarios:
Publicar un comentario