Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta
ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo.
Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor,
sostenido y ajustado por todos los ligamentos, según la
actividad propia de cada miembro.
—Efesios 4:15-16
Lo sé, lo sé. Todos los que tienen un poco de interés espiritual parece
que están diciendo: “soy espiritual pero no religioso”. Sabemos
lo que quieren decir, que disfrutan de un sentido más puro de
lo sagrado cuando no se sienten atrapados y frustrados con los
mecanismos y estructuras y algunas veces la aburrición de una vida
institucionalizada.
Pero una espiritualidad buena siempre incluye tanto el cuerpo como
el alma. Nuestro cuerpo realmente lleva una alma. Y los cuerpos
necesitan huesos y músculos y ligamentos; nuestros cuerpos necesitan
mecanismos. De los más grandes hasta los más pequeños. Así es lo que
indica Efesios 4:16 que el Cuerpo de Cristo está unido y entretejido
junto cuando cada ligamento cumple su función.
En su raíz, la palabra “religión” incluye el significado de ligamento,
“volver a atar juntos”. Una buena religión, por consecuencia, es la que
intenta mantener juntos los pedazos críticos de nuestra espiritualidad.
Recemos por la iglesia hoy. Recemos por la iglesia como un “cuerpo
vivo”, que realmente sí necesita estructuras y ligamentos, desde el más
grande hasta el más pequeño. Ese cuerpo realmente lleva al Cristo
vivo y alma nuestra.
—Sam Candler
ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo.
Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor,
sostenido y ajustado por todos los ligamentos, según la
actividad propia de cada miembro.
—Efesios 4:15-16
Lo sé, lo sé. Todos los que tienen un poco de interés espiritual parece
que están diciendo: “soy espiritual pero no religioso”. Sabemos
lo que quieren decir, que disfrutan de un sentido más puro de
lo sagrado cuando no se sienten atrapados y frustrados con los
mecanismos y estructuras y algunas veces la aburrición de una vida
institucionalizada.
Pero una espiritualidad buena siempre incluye tanto el cuerpo como
el alma. Nuestro cuerpo realmente lleva una alma. Y los cuerpos
necesitan huesos y músculos y ligamentos; nuestros cuerpos necesitan
mecanismos. De los más grandes hasta los más pequeños. Así es lo que
indica Efesios 4:16 que el Cuerpo de Cristo está unido y entretejido
junto cuando cada ligamento cumple su función.
En su raíz, la palabra “religión” incluye el significado de ligamento,
“volver a atar juntos”. Una buena religión, por consecuencia, es la que
intenta mantener juntos los pedazos críticos de nuestra espiritualidad.
Recemos por la iglesia hoy. Recemos por la iglesia como un “cuerpo
vivo”, que realmente sí necesita estructuras y ligamentos, desde el más
grande hasta el más pequeño. Ese cuerpo realmente lleva al Cristo
vivo y alma nuestra.
—Sam Candler
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